martes, 19 de agosto de 2014

La ladrona de libros

Érase una vez un pueblo donde las noches eran largas y la muerte contaba su propia historia...

Publicada en 2005, la obra que nos ofrece el australiano Markus Suzak constituye una novela tremendamente humana y emocionante, que describe las peripecias de una niña alemana de nueve años desde que es dada en adopción por su madre hasta el final de la II Guerra Mundial. Su nueva familia, gente sencilla y nada afecta al nazismo, le enseña a leer y, a través de los libros logra distraerse durante los bombardeos y combatir la tristeza. Sin embargo, será el libro que ella misma está escribiendo el que finalmente le salvará la vida.

Lo primero que nos llama la atención de esta novela es su narrador, mejor dicho, su narradora: la Muerte, pero la Muerte en medio de la Alemania nazi. Ella es la que nos cuenta en primera persona la historia de Liessel mientras descubre el placer de la lectura y el horror de la guerra. Una serie de personajes entrañables pueblan las páginas de esta novela: Rudy, el niño con el que Liessel entabla una gran amistad, que está obsesionado con Jesse Owens; Max, el ex-púgil judío que permanece escondido en el sótano; Hans, el pintor de brocha gorda y músico aficionado que ejerce como padre de Liessel; Rosa, la madre de acogida perpetuamente enfadada; la mujer del alcalde, y un largo etcétera, en el que destaca por encima de todos Liessel, rebautizada como la “ladrona de libros” dada su afición a recoger todos los libros que se cruzan en su vida y gracias a los cuales podrá regalar palabras a todos aquellos que lo necesiten. La novela tiene una enorme capacidad de emocionar a través de la forma tan particular de actuar de Liessel. Y al final es capaz de robar a cualquiera el corazón, incluido el lector, por supuesto.

Markus Zusak ha escrito una novela sobre "ese pequeño porcentaje" de alemanes que existió de verdad y que se negó a respaldar los postulados de Hitler y que estuvo dispuesto a arriesgar su vida y la de sus familiares por ocultar a un judío en su vivienda. La hemos leído hace muy pocos meses y podemos afirmar que es un cálido homenaje al poder de las palabras, ya sea utilizado con fines bondadosos o maquiavélicos. Las mismas palabras que podían confortar a los vecinos de Liessel durante las noches de bombardeos o que podían arder dentro de los libros consumidos en las piras durante los actos de exaltación nazi.


La novela se ha convertido en un fenómeno editorial tras su aparición en inglés, y a los pocos días de ser editada en español por Lumen figura ya entre los libros más vendidos en España habiendo llegado a la gran pantalla con notable éxito en taquilla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario