martes, 26 de febrero de 2013

El éxtasis de la luz en marzo

Cuando llega el mes de marzo, la luz del cielo muda su piel y estrena nuevos tonos y matices insospechados. No se parece a la de otras épocas del año. A partir de ahora comienzan las horas del éxtasis y ella lo sabe. Por eso, recupera sus más preciadas prendas y se brinda a la vista de los mortales para deleite de sus corazones. De esta forma se permite irrumpir iluminando las naves de la Real Iglesia de San Antonio Abad. Así quiere presentarse, postrarse, acariciar y glorificar a quién no necesita nombre porque todo lo que existe en el universo lleva su nombre. Es Él, naturalmente, el mismo que se dio por entero a los hombres una lejana mañana de primavera en la vetusta ciudad de Jerusalén llevando consigo en abrazo amoroso su Santa Cruz. Ahí le encuentra por fin la luz, prendido como un cordero llevado al matadero, sin atisbo de duda o arrepentimiento, convencido de su inmensa tarea redentora. Embargado de la más conmovedora mansedumbre. Dadivosamente perfumado con las densas y embriagadoras volutas de incienso nacidas en argénteo pebetero. Revestido con la más hermosa túnica bordada en oro que sus hijos puedan ofrecerle. Coronado de las espinas sacras que le proclaman inequívocamente Rey de cielos y tierra, de lo visible y lo invisible. Acicalado su trono por una legión de escogidos lirios morados. Cercano al mundo que le vio nacer de purísima e inmaculada mujer. Ofreciendo su desnudo pie al humilde beso reverente de los hombres que pasan arrobados ante Él.

¡Dichosos vosotros que le veis!

¡Dichosos vosotros, si le creéis!

Besapié a Jesús Nazareno, Real Iglesia de San Antonio Abad (Sevilla)

viernes, 15 de febrero de 2013

Cada cosa a su tiempo y un tiempo para cada cosa

Hace muchos años, cuando mi padre era un niño, una tarde cualquiera del invierno mi abuela se acercaba a su hijo pequeño instantes antes de salir a la calle a jugar con sus amigos y observando su indumentaria le conminaba:

-Antes de irte ponte un jersey que fuera hace mucho frío, no te vayas a constipar.

Y la respuesta de mi padre bien podía ser:

-No, mamá, el jersey no. No me quiero poner ahora el jersey. No me apetece.

Mi abuela no entendía la actitud del jovenzuelo. Para ella estaba claro que era tiempo de ponerse abrigo, era el momento del año para hacerlo y ello admitía poca discusión o ninguna.

Y entonces mi abuela añadía concluyente:

-Claro, hijo, no te lo pongas, tú te lo pones mejor la noche de la Virgen.

En ese momento la cara de mi padre quedaba perpleja ante la perspicaz respuesta de su madre y viendo claro que lo recomendable era vestir jersey, se enfundaba dicha prenda haciendo caso a los sabios consejos maternales.

La mayor parte del mundo está ya inventada. Queda poco por inventar, al menos, en lo que se refiere a todo aquello que durante años, décadas y hasta siglos viene funcionando a las mil maravillas sin atisbo de duda. Muchas costumbres del hombre van de la mano de los cambios naturales que se van produciendo a lo largo del año con la sucesión de las estaciones y las consecuentes variaciones del tiempo meteorológico. Por tanto, el jersey hay que ponérselo cuando toca, en la época de los fríos, y no en otro momento.

Pues como esto que cuento, tantas cosas más en la vida.

Este año, en la Muy Mariana Ciudad de Sevilla, se quiere sustituir el Vía Crucis del Consejo de Hermandades y transformarlo en uno Extraordinario por iniciativa y cortesía de la Autoridad Eclesiástica para celebrar de esta forma tan peculiar el Año de la Fe proclamado por S.S. Benedicto XVI. En todo caso, si lo que se pretende es añadir algo novedoso, también habrá que ser coherente con la forma de pensar propia de cada uno y tener en cuenta el contexto social, cultural y económico del momento. Y por lo visto, leído y oído, no se cumplen las premisas anteriores para la celebración del acontecimiento. Ni se está siendo coherente con la forma de pensar y actuar mostradas con anterioridad, ni se está teniendo en cuenta el contexto social, cultural y económico imperante.


Las nuevas directrices marcadas desde Palacio en los últimos tiempos no están siendo muy dadas a la autorización de procesiones extraordinarias queriendo hacer comprender que los pasos y las imágenes deben salir cuando les toca y no para celebrar cualquier efeméride, porque si no, dejan de ser salidas extraordinarias para convertirse en ordinarias. Sin embargo, sí se permite un evento como el Vía Crucis Extraordinario que supone trasladar 14 pasos a las calles de forma más que extraordinaria –con todo lo que ello comporta en cuanto a logística y organización se refiere-, cuando Sevilla ya tiene inventado su particular Vía Crucis anual el primer lunes de Cuaresma escogiendo a una imagen del Señor que visita la Catedral, rezándose a continuación el ejercicio piadoso en sus naves. Por otro lado, la propia Iglesia, en particular la andaluza, cae en contradicción, para asombro de su grey, cuando en determinadas localidades de la geografía –casos de Huelva y Aracena- se prohíbe taxativamente la celebración de eventos similares al de Sevilla alegando que los tiempos de austeridad que vivimos no invitan a celebraciones de este tipo con la cantidad de gastos que se generan. No sabemos si habrán pensado también en la cantidad enorme de ingresos que se producen por el contrario. Pero ese es otro debate.

Llegados a este punto, es normal que uno se pregunte ¿Por qué en unos lugares de Andalucía se pueden celebrar y en otros no? ¿Acaso no vive también Sevilla necesariamente tiempos de austeridad como el resto de sus provincias hermanas andaluzas? De momento se nos ocurre que todas las diócesis deberían unificar criterios y remar en la misma dirección porque de otro modo el pueblo se pierde y deja de entender al pastor. La que estamos percibiendo estos últimos meses, no es la imagen más deseable de una Iglesia que siempre debe permanecer unida ante su rebaño.

Por otro lado, una vez más, desgraciadamente, las cosas han venido impuestas desde arriba sin margen de discusión o intercambio de ideas y pareceres con los agentes implicados, o sea, las Hermandades y sus representantes. En este mismo blog, hace justo dos años, publicamos el artículo Observaciones al que remitimos hoy al lector para ilustrar mejor este aspecto de la cuestión. No es buen camino imponer y obligar a nada y a nadie, nunca. Hasta la Autoridad Eclesiástica debe cuidar sus maneras y no perder jamás el sentido de la humildad que debe prevalecer en cualquier actuación que tenga.

Sea como sea lo que ocurra, nuestra Semana Santa, nuestros pasos y el sentido litúrgico de nuestras sagradas imágenes, están ya más que inventados desde hace muchos siglos, y no es necesario venir a reinventarlos con nuevas fórmulas porque afortunadamente ya funcionan, sobradamente. Las Hermandades junto con la Santa Madre Iglesia han tenido tiempo de depurar las fechas principales del calendario y las fiestas y costumbres más acordes con su misión catequética a lo largo de esos siglos, aunque de vez en cuando haya que seguir vigilando y corrigiendo actitudes un tanto excéntricas. Y mire usted, se dieron cuenta, felizmente, de que los pasos estaban hechos para salir en Semana Santa porque era cuando les tocaba, justo en primavera; cuando mejor pueden cumplir su misión de recordar al pueblo la Pasión del Señor, y cuando más hermosos se ven por la calle con la luz dorada de la tarde acariciando palios y canastos, con la flor del naranjo perfumando generosamente cada rincón de esta tierra nuestra. Y muy poco más, muy poco más…

martes, 12 de febrero de 2013

Paseo por Córdoba y Almodóvar del Río

El pasado fin de semana hemos tenido la grata ocasión de acercarnos a la provincia de Córdoba para recorrer la monumental ciudad califa. Aprovechamos para deleitarnos con su impresionante Mezquita-Catedral, sus relajantes baños árabes y su rica gastronomía. Finalmente, en Almodóvar del Río, conocimos uno de los castillos españoles mejor conservados de la Edad Media que nos dejó absolutamente asombrados, y es que es un lujo tener tan cerca lugares como éste para visitar. Dejamos una muestra fotográfica de este viaje que tan buen recuerdo y sabor nos ha dejado.

Monumento a Averroes

Vista desde el Patio de los Naranjos

Vista del Alminar desde el Patio de los Naranjos

Custodia de Arfe para la festividad del Corpus Christi

Interior de la Mezquita

Detalle de los arcos de la Mezquita

Retablo del altar mayor de la Catedral

Bóveda del crucero de la Catedral

Aldabón de la Puerta de Santa Catalina en la Mezquita (1573)

Fachada oeste de la Mezquita

Detalle en las calles de la Judería

Calle de la Judería

Plaza de la Corredera

Río Guadalquivir y antiguo molino a la izquierda,
desde el puente romano

San Rafael y la Catedral al fondo

Castillo de Almodóvar del Río

Castillo de Almodóvar del Río

Interior del Castillo de Almodóvar del Río

Panorámica del interior del Castillo

Vista del pueblo de Almodóvar del Río desde su Castillo

Vista del río Guadalquivir desde el Castillo

Detalle del sector privado y biblioteca del Castillo

Puerta de entrada al Castillo

Vista desde el Patio de Armas

Rampa de entrada y salida a la fortaleza


      

domingo, 3 de febrero de 2013

Microrrelatos (9): Pronto volverán

Caminaba solo por la calle. Iba despacio, todo transcurría muy despacio a su alrededor. No había motivos para ir más deprisa. El frío que envolvía su rostro con dureza era señal de que la vida iba definitivamente despacio. No era un nefelibata. Sabía muy bien lo que estaba haciendo. Dirigía sus pasos hacia aquel lugar guardado celosamente en su corazón desde muchos años atrás. Allí habían sido el calor, la calma y la felicidad. Era como regresar a la tierra de los suyos, de sus ancestros, de sus raíces. Sin embargo, desgraciadamente para él, cuando levantó la cabeza al llegar, sus ojos vieron el desastre: allí ya no se encontraba nadie, las ventanas y las puertas estaban cerradas y nada hacía pensar que hubiese vida. No había nadie… Todo se había terminado años atrás, pero él era incapaz de aceptarlo. Y en cada visita, esperaba recuperar, por fin, la razón arrebatada.