sábado, 25 de octubre de 2014

El horror de Dunwich

Acabamos de leer este relato corto escrito por H. P. Lovecraft en 1928 y publicado en 1929. Transcurre en el pueblo ficticio de Dunwich, Massachusetts. El relato narra la historia de Wilbur Whateley, hijo de Lavinia Whateley, una mujer albina y deformada, y padre desconocido, y de los acontecimientos que tienen lugar como consecuencia de su nacimiento. Todo lo que rodea a la familia Whateley está marcado por el misterio y los rumores que afirman que el viejo Whateley, padre de Lavinia, practica la brujería. Wilbur crece a una velocidad inusitada, se sospecha que está relacionado de alguna forma con Yog-Sothoth (un dios exterior), y que el granero familiar alberga a un ser extraño y descomunal que los obliga a ampliar progresivamente la construcción. Unos años después, el viejo Whateley, mentor del niño en las ciencias ocultas, fallece y Lavinia desaparece de forma inexplicable. Entonces Wilbur descubre que la edición del Necronomicón heredada de su abuelo está incompleta, y acude a la Universidad de Miskatonic para revisar la versión completa. Ante la imposibilidad de poseer el libro, o al menos de copiar la parte que necesita, una noche Wilbur intenta robarlo. Pero su incursión fracasa y muere atacado por un perro guardián. El cadáver revela lo que siempre se sospechó en el aislado pueblo de Dunwich: el joven Whateley distaba mucho de ser un ser humano “normal”. Tras su muerte, el granero explota y se desencadena lo que se conocerá como el período del horror.

Nadie, ni siquiera quienes conocen los hechos relacionados con el horror reciente, pueden decir con exactitud qué sucede con Dunwich; aunque las leyendas antiguas hablan de ritos impíos y aquelarres de los indios, en medio de los cuales invocaban a sombras prohibidas en las grandes colinas redondeadas y realizaban salvajes plegarias orgiásticas contestadas por fuertes crujidos y truenos bajo tierra.


Lo que más llama la atención en la obra de Lovecraft son sus descripciones de ambientes terroríficos y criaturas sobrenaturales. Es sobre todo lo que no vemos en Dunwich (lo que intuimos, lo que sentimos), lo que desencadena el miedo. No es una obra actual que responda a los patrones actuales de la novela de terror o suspense. Es otro estilo el que se percibe entre sus páginas y en todo caso el resultado es lo suficientemente inquietante como para atrapar a quienes prefieren este género. Es una obra de corta extensión, fácil de leer por el estilo literario que desarrolla Lovecraft. A buen seguro entretendrá al lector. 


domingo, 12 de octubre de 2014

Esta es nuestra fe. Teología para universitarios.

El hombre está hecho para la relación con Dios. En otras palabras: Está hecho para la fe. Pero, ¿qué es la fe? Los catecismos que estudiaron nuestros padres tenían una parte titulada "las verdades que debemos creer"; y, de hecho, la mayoría de los cristianos conciben la fe como el asentimiento intelectual a determinados dogmas. La estructuración de tales catecismos como un catálogo de preguntas con sus correspondientes respuestas "ortodoxas", parece incluso un intento de medir cuánto se cree. Pero todo eso significa ignorar lo que es la fe. La Iglesia siempre ha afirmado, que "la fe es el principio de la salvación humana, el fundamento y raíz de toda justificación". Pero pretender que una fe que ni siquiera sabe lo que cree pueda salvarme, ronda la magia. Hay una anécdota de Santo Tomás de Aquino ocurrida en el año 1271 en París, que expresa perfectamente este pensamiento. A uno de los participantes, que rechazaba toda argumentación y defendía una fe apoyada exclusivamente en la autoridad, le contestó: «Si resolvemos los problemas de la fe sólo por el camino de la autoridad, poseeremos ciertamente la verdad, pero en una cabeza vacía».

Quienes tienen trato con el mundo universitario suelen constatar un profundo desconocimiento en materia religiosa en unas personas que, aunque no fuera más que por coherencia con su formación y cultura en otros campos, parece que también en éste deberían tener las ideas más claras. Mucho más cuando se confiesan cristianos, que no es algo tan infrecuente como algunos piensan. Este libro, subtitulado Teología para universitarios, presenta con absoluta seriedad -en modo alguno reñida con la claridad y el buen estilo- los capítulos básicos de la fe cristiana, saliendo al paso de las acusaciones de aburrimiento, ininteligibilidad y carencia de sentido para el hombre de hoy que suelen lanzarse en este terreno. Todos cuantos deseen informarse sobre el cristianismo encontrarán en este libro las bases imprescindibles para un conocimiento actualizado del mismo; y los abundantes para proseguir su estudio.


Unos y otros terminarán de leer el libro no sólo con un mayor conocimiento, sino también con la satisfacción de haber leído una obra bien escrita por un teólogo, profesor y universitario. Se trata de Luis González-Carvajal, profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas y Director del Departamento de Teología Moral. Entre sus libros destaca “Ésta es nuestra Fe”. Teología para Universitarios. (Editorial Sal Terrae, Santander, 21ª ed., 2010), del que se han vendido casi 200.000 ejemplares en castellano y ha sido traducido a seis lenguas (inglés, portugués, euskera, chino, lituano y rumano).