martes, 24 de agosto de 2010

¿Dónde están nuestros héroes?

¿Y nuestros héroes? ¿Dónde están nuestros héroes? ¿Hoy no surgen héroes?

Parece como si pertenecieran a otra época, a otro tiempo que ya se acabó, que ya pasó, y, por tanto, se hubieran extinguido. Parece como si fueran cosa de siglos pasados. Peor aún, es como si en estos tiempos que vivimos no fuera apropiado que surgieran.

Entiéndaseme. Lato sensu, para un servidor, héroe es aquel que salva la vida a alguien que corre un riesgo evidente de perderla; la madre o el padre que con todo el amor del mundo saca adelante a sus hijos empleando un gran esfuerzo diario; o simplemente el estudiante, un bombero, un policía, un médico que son capaces de conseguir su título, su carrera, su bachiller, etc.... ¡Claro que sí!, claro que viven entre nosotros miles de héroes anónimos que todos los días nos ofrecen obras admirables, maravillosas, por no decir que algunas veces son casi milagrosas, con las que ayudan a que este mundo sea un poquito mejor.

Pero yo me refiero a los héroes históricos. Quiero ir más allá. Esos que son recordados solemnemente en los libros de historia, en los grandes y fastuosos mausoleos con monumentales tumbas, y en la memoria de los pueblos y las naciones para la eternidad. Son aquellos que con su aportación cambiaron en mayor o menor medida el curso de la historia de este planeta o tan sólo de su país. ¿Dónde están? ¿Adonde hay que ir a buscarlos? Porque, creedme, nos hacen mucha falta. Y mucho me temo que de esos ya no hay...