viernes, 4 de enero de 2013

Los Reyes de Társis, Arabia y Shebá

La adoración de los Reyes Magos. (Rubens)

Que se inclinen ante él las tribus del desierto,


y sus enemigos muerdan el polvo;


que los reyes de Társis y de las costas lejanas


le paguen tributo.


Que los reyes de Arabia y de Shebá


le traigan regalos;


que todos los reyes le rindan homenaje


y lo sirvan todas las naciones.


Porque él librará al pobre que suplica


y al humilde que está desamparado.


Tendrá compasión del débil y del pobre,


y salvará la vida de los indigentes.


Los rescatará de la opresión y la violencia,


y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.


Por eso, que viva largamente


y le regalen oro de Arabia;


que oren por él sin cesar


y lo bendigan todo el día.


Que en el país abunden los trigales


y ondeen sobre las cumbres de las montañas;


que sus frutos broten como el Líbano


y florezcan como la hierba de los campos.


Que perdure su nombre para siempre


y su linaje permanezca como el sol;


que él sea la bendición de todos los pueblos


y todas las naciones lo proclamen feliz.


Bendito sea el Señor, Dios de Israel,


el único que hace maravillas.


Sea bendito eternamente su Nombre glorioso


y que su gloria llene toda la tierra.


¡Amén! ¡Amén!


Salmo 72, 9-19

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