sábado, 2 de junio de 2012

Microrrelatos (4): Fugitivo por una noche

Cómodamente instalado en un hueco de una calle poco iluminada, hacía tiempo para comenzar la tarea más importante del año. Pensaba serenamente en ella a pesar de que sabía que un mar de nervios le acosaba en lontananza. No era la forma más ortodoxa de hacer las cosas y por eso se sentía como un pobre fugitivo en la noche, aquélla que para él era la más hermosa de todas las que conocía. Le aguardaban las horas más solemnes y emotivas del calendario y era perfectamente consciente de ello. Pronto, las volutas de incienso se elevarían hasta lo más alto…


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