Imagina
por un momento que de repente se hiciera un silencio de cinco cruces y madrugada
oscura en la habitación; imagina también que la luz se volviera tenue y su
caricia despertara en tu recuerdo las más ocultas memorias; imagina por un
instante que el tiempo pareciera detenerse intransigente a tu alrededor;
imagina entonces que alguien te tocara con cuidado poniendo su mano en tus
hombros, y que al darte la vuelta azorado, vieras con tus ojos una dulce sonrisa en los
de la persona a quien más quieres, a quien más echas de menos cada hora de tu
vida. Imagina, si puedes, todo esto un día cualquiera como hoy, imagina...
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