lunes, 22 de agosto de 2011

Amicus

Para ser sincero, después de tantos años no acabo de entender bien esto de la amistad. Uno crece y recorre el camino de la vida pensando que los amigos que va haciendo son asidero y refugio para los malos y los buenos momentos, y sin embargo, un buen día al echar la vista atrás contempla estupefacto la cantidad de “cadáveres” que se han ido quedando. Es verdad aquello que se dice de que se cuentan con los dedos de una mano y te sobran algunos dedos… o todos, según la época del año o el momento de tu vida. Así de triste y lamentable. No son estos tiempos para pensar en los valores básicos que se debe hallar en las amistades. Teniendo amigos así no hace falta buscar enemigos. ¿Dónde quedan la bondad, la confianza, la sinceridad, la entrega, la verdad, la generosidad, etc.?

Cansan tanta falsedad, tanta hipocresía y tanta impostura.

2 comentarios:

  1. Amen Querido Luis.
    Más verdad que un Santo, que tu y yo conocemos.
    Un fuerte abrazo.

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  2. LLevas toda la razón querido Luis, es una pena la cantidad de amigos que dejamos en el camino, pero está en nosotros que el número de "cadaveres" sea el mínimo.
    La amistad como toda relación hay que mimarla. Poder compartir con tus amigos lo bueno y malo que te toca en la vida, saber que siempre estarán a tu lado, es maravilloso y merece la pena luchar por ella. Un Beso

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