Recientemente hemos tenido el gusto de visitar un monumento muy significativo para la ciudad de Huelva. Se encuentra ubicado en la Punta del Sebo, donde los ríos Tinto y Odiel se reúnen para marchar juntos buscando su salida hacia el océano Atlántico. Allí mismo, junto a la antigua playa, se levanta esta colosal escultura que mide 37 metros de altura. Inaugurada el 21 de abril de 1929, fue regalo del pueblo estadounidense al pueblo español como expresión de amistad entre las dos naciones. Desde entonces forma parte orgullosa e indiscutiblemente de las señas de identidad de Huelva.
La
Columbus Memorial Foundation financió y encargó el diseño a la escultora y
filántropa neoyorkina, Gertrude Vanderbilt Whitney. En la obra, construida con
piedras traídas del vecino pueblo de Niebla, podemos contemplar una figura
humana de estilo cubista cubierta con capa hasta la cabeza y apoyada sobre una
cruz en Tau (símbolo franciscano), representando de forma simbólica el valor y
la fe del almirante Cristóbal Colón en
el descubrimiento de un Nuevo Mundo. En las esquinas del enorme pedestal podemos observar bajorrelieves dedicados a las culturas azteca, inca, maya y cristiana,
y en su interior se encuentra una sala en la que puede contemplarse una
escultura de los Reyes Católicos, la carta de navegación que usó Cristóbal
Colón y los nombres de las naves y de los tripulantes que participaron en el
primer viaje. En palabras de Miss Whitney, “quise dar a mi monumento un carácter
simbólico. El monumento a Colón no representa, pues, a Colón corporalmente.
Representa la figura de un navegante que mira con ojos visionarios hacia el oeste,
hacia donde debió mirar también el insigne descubridor, cuando presentía
América.”
El
monumento y su entorno se encuentran en muy buen estado gracias a la generosa y
acertada intervención de restauración que ha llevado a cabo hace pocos meses la
Autoridad Portuaria de Huelva a quien desde este espacio de divulgación
cultural agradecemos públicamente su deferencia para con esta joya del pueblo onubense
que debe conservarse en las mejores condiciones posibles para que las generaciones
venideras y los visitantes puedan conocer la verdad de nuestra historia y el lugar que
Huelva ocupa en ella.