Acabamos de leer
este relato corto escrito por H. P. Lovecraft en 1928 y
publicado en 1929. Transcurre en el pueblo ficticio de Dunwich, Massachusetts.
El relato narra la historia de Wilbur Whateley, hijo de Lavinia Whateley, una
mujer albina y deformada, y padre desconocido, y de los acontecimientos que
tienen lugar como consecuencia de su nacimiento. Todo lo que rodea a la familia
Whateley está marcado por el misterio y los rumores que afirman que el viejo
Whateley, padre de Lavinia, practica la brujería. Wilbur crece a una velocidad
inusitada, se sospecha que está relacionado de alguna forma con Yog-Sothoth (un
dios exterior), y que el granero familiar alberga a un ser extraño y descomunal
que los obliga a ampliar progresivamente la construcción. Unos años después, el
viejo Whateley, mentor del niño en las ciencias ocultas, fallece y Lavinia
desaparece de forma inexplicable. Entonces Wilbur descubre que la edición
del Necronomicón heredada de su abuelo está incompleta, y acude a la
Universidad de Miskatonic para revisar la versión completa. Ante la
imposibilidad de poseer el libro, o al menos de copiar la parte que necesita,
una noche Wilbur intenta robarlo. Pero su incursión fracasa y muere atacado por
un perro guardián. El cadáver revela lo que siempre se sospechó en el aislado
pueblo de Dunwich: el joven Whateley distaba mucho de ser un ser humano
“normal”. Tras su muerte, el granero explota y se desencadena lo que se conocerá
como el período del horror.
Nadie, ni siquiera quienes conocen los hechos
relacionados con el horror reciente, pueden decir con exactitud qué sucede con
Dunwich; aunque las leyendas antiguas hablan de ritos impíos y aquelarres de
los indios, en medio de los cuales invocaban a sombras prohibidas en las
grandes colinas redondeadas y realizaban salvajes plegarias orgiásticas
contestadas por fuertes crujidos y truenos bajo tierra.
Lo que más llama
la atención en la obra de Lovecraft son sus descripciones de ambientes
terroríficos y criaturas sobrenaturales. Es sobre todo lo que no vemos en
Dunwich (lo que intuimos, lo que sentimos), lo que desencadena el miedo. No es
una obra actual que responda a los patrones actuales de la novela de terror o
suspense. Es otro estilo el que se percibe entre sus páginas y en todo caso el
resultado es lo suficientemente inquietante como para atrapar a quienes
prefieren este género. Es una obra de corta extensión, fácil de leer por el
estilo literario que desarrolla Lovecraft. A buen seguro entretendrá al lector.