martes, 24 de junio de 2025

¿Cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Pero cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es la misma Virgen que celosamente guardaron en un cajón de madera para protegerla hace casi 90 años?

 

¿Cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es ella la mocita de San Gil de la que tanto han hablado los sevillanos en los últimos siglos?

 

¿Pero cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es esta la Virgen de la que tanto han escrito tantos poetas llenando cientos de libros?

 

¿Cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es esta la imagen de María a la que acompañan en su palio y se arroban al ver la luz del alba acariciando su cara el Viernes Santo?

 

¿Pero cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es esta la Virgen a la que todos los pregoneros se refieren enamorados cada Domingo de Pasión por la mañana?

  

¿Cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es ella la causa de sus alegrías y sus desvelos, y el consuelo y la esperanza de las penas de cada día?

 

¿Pero cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no saben ellos que es la Virgen que a su paso hace brotar el llanto y enmudece las palabras innecesarias?

 

¿Cómo no se iban a alarmar los macarenos?

¿Acaso no es esta la misma Virgen de la que hablan milagros personas que nunca antes se habían encontrado con ella?

 

¿Pero cómo no iban a alarmarse los macarenos?

¿Acaso no es ella a la que de generación en generación nunca se cansan de proclamar en su grandeza como la única y verdadera Madre de Dios? 

 

¿Cómo no se iban a alarmar los macarenos...?



domingo, 13 de abril de 2025

Cuando los relojes descansan

 A mi buen amigo Antonio González Albert, con profunda gratitud, in memorian.

 

En el principio es un lento regreso del interminable crepúsculo. Abres medio dormido los ojos en la penumbra de tu conciencia y de repente, después de un hondo suspiro, con las primeras luces del cielo, llaman puntuales a tu ánimo los heraldos que ya conoces mostrándote los signos inconfundibles. Es una mañana de luz madura y convincente que ha venido para ser madrina de los sagrados ritos que se avecinan. Es una mañana de extraordinarios acontecimientos que sucederán sin descanso colmando las emociones contenidas en los altillos del corazón a lo largo de los días señalados en el calendario. Es una mañana de ilusiones renacidas, de músicas, de silencios, de esperanzas y de antiguas cofradías que al caer la tarde recorrerán fervorosamente el laberinto de la ciudad glorificando a su Dios que es el de sus ancestros revestido con lo mejor que han sabido atesorar al cabo de los siglos: su fe. La fe inquebrantable, aprendida y heredada de quienes labraron perseverantes el enorme legado que hoy reposa entre los secos aldabonazos de una parihuela convertida en templo efímero de tus profundas devociones.

 

Es, casi sin creerlo, ese tiempo espeso que te convoca inapelable junto a tantos de los tuyos para que retornes al paraíso intacto de la juventud, justo cuando los ojos vieron lo que había que ver y los oídos escucharon lo que había que escuchar descubriendo la senda que hoy te lleva al mismo lugar de antaño, aquel en el que eres tú mismo en esencia sin otros añadidos terrenales. Es ese tiempo solemne en que reverdece, como siempre, la más entrañable memoria de cada uno, cuando por fin los relojes descansan porque no hace falta medir las horas del día en el que se abren de par en par las ventanas del alma y entran a raudales el azahar y el incienso purificando generosos a su paso cada plaza y cada esquina de tu íntima geografía. Ha llegado reinante, la dulce mañana luminosa que precede a la noche de las noches en la que misteriosamente todo acaba y vuelve a empezar bajo la fiel mirada de la deslumbrante luna de parasceve. Ha llegado cautivadora, ha llegado con su poderoso abrazo y sin demora te has vuelto a marchar con ella, como si fuera quizá la primera vez que lo hicieras. Te has marchado tal y como está escrito desde lejos, y tú sabes que así será mientras te quede suficiente hálito para ello. 


Laus Deo.

 

sábado, 5 de abril de 2025

La figura de María Salomé en la Semana Santa de Sevilla

 

Con frecuencia se habla de las tres Marías o las Santas Mujeres aparte de María Santísima, la madre de Jesús. Junto con otras piadosas mujeres, también seguidoras del Maestro, tuvieron el atrevimiento de llegar hasta el Calvario. Mateo habla de “muchas mujeres mirando desde lejos que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle”. Marcos también da testimonio de que había más mujeres además de las que cita por sus nombres. Lucas habla de “las mujeres que le habían seguido desde Galilea” pero no da nombres. Y Juan las designa con nombres propios, aunque su texto deja cierta confusión. Históricamente se ha considerado que las tres Marías eran María Magdalena, María la de Cleofás o Clopas, y María Salomé. De esta manera, los Evangelios nos presentan la figura de María Salomé como esposa de Zebedeo y madre de Juan y Santiago el Mayor. Incluso se cree que era hermana de María, la madre de Jesucristo. Fue seguidora de Cristo y una de las mujeres de Galilea presentes en la crucifixión. Visitó la tumba y allí recibió el mensaje de que Jesús había resucitado. Poco más se puede añadir.  

En Santiago de Compostela existe un templo dedicado a ella construido en el s. XII. Es patrona de Bonares, pueblo de la provincia de Huelva, y su festividad se celebra el 22 de octubre. 

En sus representaciones iconográficas suele portar atributos como una urna o jarra de perfumes y esencias. La Semana Santa de Sevilla le reserva un lugar en sus monumentales pasos hasta en 8 cofradías. No forma parte del título oficial de ninguna de ellas siendo figura secundaria en cada pasaje que hace estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. 


A continuación ofrecemos la relación de imágenes de María Salomé que aparecen en las Hermandades de la Semana Santa de Sevilla por orden cronológico:

 

Lunes Santo

·       Santa Marta

Tallada en 1956 por Luis Ortega Bru.

 

Miércoles Santo

·       La Lanzada

Tallada en 1810 por Juan de Astorga.

 

·       Las Siete Palabras

Tallada en 1865 por Manuel Gutiérrez Reyes-Cano o adquirida a la Hermandad de Pasión.

 

Jueves Santo

·       La Quinta Angustia

Tallada en 1633 por Pedro Nieto.

  

Viernes Santo

·       La Carretería

Tallada en torno a 1677 por Luis Antonio de los Arcos, marido de Luisa Roldán y yerno de Pedro Roldán.

 

·       La Sagrada Mortaja

Tallada sobre 1710 por Pedro Roldán “El mozo”, hijo de Pedro Roldán y hermano de Luisa Roldán.

 

Sábado Santo

·       La Trinidad

Talla anónima de finales del XVI o principios del XVII.

 

·       El Santo Entierro

Tallada en 1829 por Juan de Astorga.